Escritura de fideicomiso

Tal como una hipoteca, es un instrumento de seguridad por el cual una propiedad inmobiliaria sirve como el aval de una deuda. No obstante, en una escritura de fideicomiso hay tres partes en cuanto al instrumento: el prestatario, el fideicomisario y el prestamista (o un beneficiario). En tal transacción, el prestatario transfiera la escritura legal de la propiedad al fideicomisario quien mantiene la propiedad en fideicomiso por el pago de la deuda al prestamista o el beneficiario. Si el prestatario reembolsa la deuda de conformidad con lo acordado, la escritura de fideicomiso queda invalidada. Por el contrario, si el prestatario no paga la deuda, el fideicomisario puede vender la propiedad en una venta al público, conforme a las estipulaciones de la escritura de fideicomiso. En la mayoría de las jurisdicciones donde la escritura de fideicomiso está en vigor, el prestatario está sujeto a la venta de su propiedad sin beneficio de procedimientos judiciales. En los últimos años, algunos estados han comenzado a tratar la escritura de fideicomiso como si fuera una hipoteca. (inglés: Depósito en garantía)